miércoles, 27 de julio de 2016

Alas negras y chocolate amargo


Título: Alas negras y chocolate amargo.
Autora: Sonsoles Fuentes.
Editorial: Autopublicación en Amazon.
Primera edición: 2016 (versión Kindle).
Nº de páginas: 416
Género: Suspense psicológico.

RESEÑA

Buenas tardes, lectores. Antes de comenzar a hablaros de "Alas negras y chocolate amargo", la última novela que he devorado, me gustaría empezar por presentaros a su autora, Sonsoles Fuentes


Licenciada en Ciencias de la Información y gaditana de nacimiento (ya sabéis que siento predilección por los autores de mi tierra) reside en Barcelona desde los 9 años. Trabaja como periodista y escritora y es autora de más de una decena de obras que ha publicado con grandes editoriales, entre las que destacan La aventura de ser una single (Temas de Hoy, Grupo Planeta) o Chicas malas, cuando las infieles son ellas (Urano). Con Alas negras y chocolate amargo ha decidido, sin embargo, lanzarse a la aventura de la autopublicación para poder participar en el Tercer Concurso de Autores Indies de Amazon, cuyo plazo termina el 31 de agosto.

Y ahora sí, sumerjámonos al fin en el mundo del los ángeles, los dulces y el suspense...


La novela comienza con una sesión de espiritismo en la que una de sus protagonistas, Carolina Luján, intenta contactar con su marido muerto gracias a la intervención de su prima Rebeca, una chica que lo mismo trabaja en el mundo de los negocios, que hace de médium si es necesario. Aunque en el fondo poco o nada quiere conversar Carolina con su marido, pues más bien se siente liberada después de que aquel terrible accidente de coche se lo llevara al Otro Mundo. Pero, ¿por qué? ¿Qué oscura historia se escondía detrás de ese matrimonio perfecto que, al parecer, era pura fachada?

A partir de entonces los capítulos se suceden, narrados en primera persona por las dos protagonistas de la novela: Carolina (de 39 años) y su hermana Fani (de 29). Esto nos permite ver el mundo desde sus dos perspectivas, algunas veces antagónicas y otras veces, más parecidas de lo que ellas mismas piensan.

Y es que las dos hermanas han padecido profundos problemas psicológicos, que aunque han tenido su origen en motivos diferentes, hacen que continuamente las paralice el miedo y la inseguridad. Una estuvo sometida a los sospechosos tratamientos de su marido, prestigioso psiquiatra (al menos de cara a los demás), y la otra, de personalidad rebelde, aún sigue marcada por la pérdida de su padre y de su primer amor. A todo ello se le une una maldición que parece pesar sobre las mujeres de la familia: la de perder a los hombres que se cruzan en su camino.

"Todos los hombres de esas fotografías estaban muertos."

"Hija, las mujeres de nuestra estirpe estamos condenadas a vivir en soledad."

De esta manera queda abierto el suspense y las preguntas sin respuestas. Será poco a poco como iremos conociendo por qué cada hermana es cómo es y cómo son los recuerdos que atesoran los más oscuros recovecos de sus mentes. 

En cuanto al estilo, la autora logra atraparnos con su lenguaje fresco, cercano al lector y en absoluto rimbombante. Abundan los diálogos, las descripciones que acarician nuestros sentidos (el gusto, el olfato...) y las escenas cómicas donde no podremos evitar soltar alguna que otra carcajada.

"¿Qué coño iba a hacer yo con una jefa que se creía la reina de Narnia?"



"Me fijé en sus dedos largos, blancos y delicados cuando nos sirvió los cafés. Nada que ver con los dedos regordetes que tenía cuando era niño. Imaginé sus manos amasando, espolvoreando, rellenando moldes, tomando una cucharada de chocolate fundido y mezclado con jengibre y dándomela a probar."

Y sin embargo, a pesar de las risas y el placer de los sentidos, ahondaremos en una historia dura, de maltrato psicológico, de anulación de la personalidad de la pareja y de trastornos de la infancia que marcan las vidas de quienes los padecen...

Sonsoles Fuentes consigue, en este sentido, presentarnos de una forma muy realista diversos trastornos psicológicos, si bien por aquí y por allá, lo adereza con el esoterismo y los arcángeles de la tía Nana, o con los exabruptos de Fani. Su novela nos habla de una forma de maltrato que no deja marcas físicas, pero sí marcas en el alma. Aun así, el mensaje es esperanzador:

"Pero no era tarde. Aún estaba a tiempo de ser otra persona y de vivir otra vida."

Por todo ello, por su habilidad para hacernos reír, para tratar temas delicados como el sexo en la pareja o las relaciones con nuestros familiares; por transmitirnos todas esas sensaciones y hacernos desear visitar la pastelería de Julián; por hacernos creer que superar los peores trances es posible; por confiar en que siempre se puede empezar de cero; por todo ello, esta novela merece 4 puntazos. 


Así que ya sabéis, pasaos por Amazon y echadle un vistazo.




A la autora le deseo muchísima suerte con el concurso. 

¡Hasta la próxima lectura, amigos!

Ninfamiel.

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